No hay día que uno no aprenda...

Es bueno colaborar con otros profesionales. De todo se aprende y sobretodo, con gente que sabe tanto. Hoy Núria, que ha empezado a colaborar en las sesiones desde este trimestre de una manera más continuada, ha tenido una genialidad de las suyas. La gran respuesta a la gran pregunta: ¿porqué no le das a Kédar un objeto en la mano, por ejemplo, el micro y así evitas que haga esos movimientos estereotipados? Lo hemos probado, y ha funcionado. Por lo menos, durante un rato... Luego, él mismo se cansó de sujeterlo y se lo daba a Núria, con suave “té” (“toma”, en catalán).

La sesión de Tissam también ha sido muy divertida. Al principio, estaba medio dormida porque venía de ver un video en el aula pero, poco a poco se ha ido animando. Se partía de la risa con las emisiones que ella misma hacía con el micrófono. Y nostros con ella, entre que estaba en el bipedestador con la bandeja/mesa y los “discursos” que hacía sin que nadie la entendiera, parecía un político en plena campaña electoral.

Cada día, cada sesión es una sorpresa.